
La primera entrada del blog no podría ser otra que el bizcocho de avena que está presente en mis desayunos desde hace años. Es un bizcocho que permite muchas combinaciones y queda bien con distintas cantidades de avena, claras de huevo …
- 50 g harina de avena (o copos de avena triturados)
- 180 g claras de huevo
- 10 g pipas de calabaza
- 5 g semillas de lino o de chía
- canela
Lo primero que hay que hacer es mezclar todos los ingredientes secos en un bol, así ya los tenemos preparados.
Batir las claras a punto de nieve (yo lo hago con una batidora eléctrica). Deben quedar bien montadas, ya que como el bizcocho no lleva levadura, es lo que hará que suba y quede esponjoso (sino seguirá estando rico, pero quedará más compacto).
Cuando las claras estén bien montadas, añadir poco a poco los ingredientes secos. Hacerlo despacio, para que no se bajen demasiado las claras.
Ya podemos poner la mezcla en un molde para horno, y hornearlo unos 20 – 25 min a 180ºC. Si no tenemos un molde muy pequeño, lo mejor es multiplicar los ingredientes por dos, para que quede el bizcocho un poquito más alto, y así ya tenemos para dos días.
¿Qué es lo que hago yo? Multiplico las cantidades para más raciones, y aprovecho y me hago para 4 o 6 días. Una vez horneado y enfriado, lo corto en las raciones, y congelo las que no me vaya a comer esa semana.
Puedes añadirle frutos secos, cacao puro, coco rallado, ralladura de limón, arándanos, algún trocito de fruta… a mi no me gusta añadirle edulcorante, pero puedes ponerle un poquito de estevia en polvo (o el edulcorante que prefieras).
¿Qué le añadirías tu?